Clasificación de los Procedimentos Positivos y Negativos en la Interacción Humana

(Adaptado de: Interacción Personal y Relaciones Humanas, Teoría y Praxis, Pauchard-Hafemann, H.)

 

 

Para la aplicación práctica de los elementos teóricos que conforman la interacción binaria (acción operacional), son necesarias dos tareas fundamentales. La primera es la de reconocer las interacciones (en lo que son y en sus efectos en el otro). La segunda es la de aislar o abstraer situaciones, dentro del contexto total de informaciones que la persona (el afectado o el sujeto) o el consultor tienen ante sí. En consecuencia, intentaremos a continuación una clasificación o tipología de las interacciones binarias, puesto que de esta forma se facilitará el reconocimiento de ellas y, por lo mismo, el manejo más expedito de las situaciones conflictivas, tanto para los consultores, como para los lectores interesados en llevar a la práctica lo que aquí planteamos. Antes de proseguir, advertimos que le dedicamos mayor atención a las interacciones negativas, debido a que éstas tienen una mayor fuerza (por así decirlo) frente a las positivas, ya que basta con suprimir las primeras para que se desarrollen las interacciones positivas, sin que haya un estímulo en ese sentido. Y por otra parte, la experiencia corrientemente preconizada de aumentar las interacciones positivas (lo que se expresa en otras palabras tales como "dar amor", etc.), no tiene un resultado mayormente confiable, a menos de que, efectivamente, se suspendan las interacciones negativas.

Una clasificación simple es la basada en la observación externa al sujeto (observación objetiva).

 

PROCEDIMIENTOS FÍSICOS EFECTIVOS

La acción del individuo en estos casos se desarrolla utilizando medios físicos o alterando elementos físicos. Obviamente los efectos de estas acciones físicas son muy variados (desde orgánicos hasta sociales e incluso sobrenaturales).

Distinguiremos aquí, por lo mismo, dos variedades:

1) Procedimientos físicos directos (en que el resultado consiste en que el organismo de el otro es afectado por la acción). Entre estos tenemos las caricias, los golpes, dar de comer o impedirlo, etc..

2) Procedimientos físicos indirectos. Su resultado incide en las pertenencias del sujeto o aquello que describimos como extrapersonal de orden físico: ropa, juguetes, muebles, etc. y que resultan mejorados o arruinados según el caso y a veces con consecuencias sociales variadas.

 

PROCEDIMIENTOS FÍSICOS SIMBÓLICOS

La acción se desarrolla mediante elementos físicos o sobre ellos e implican una significación o mensaje: regalar dulces, rechazar comidas, ordenar o desordenar un determinado ambiente o limpiarlo o ensuciarlo, etc. Estos procedimientos tienen efectos sociales predominantes.

 

PROCEDIMIENTOS COMUNICACIONALES

Toda vez que la comunicación humana ha logrado tal desarrollo, ella se presta para los más variados procedimientos de interacción con una cantidad similar de efectos. Esto es el producto de una característica básica de la especie humana y es su capacidad simbólica. Y por lo mismo, no es necesario para afectar a una persona el desarrollar acciones directas sobre su organismo. Nos basta con darle a conocer mediante símbolos determinados hechos o intenciones. Obviamente estos procedimientos permiten tanto las interacciones negativas como las positivas con efectos extraordinariamente variados. De los muchos ejemplos posibles mencionemos: enviar una carta de amor, expresar un insulto, felicitar, dar una mirada agria o cariñosa, hacer gestos variados con las manos. Y así sucesivamente.

 

PROCEDIMIENTOS SOCIALES PARCIALES

La acción se desarrolla en este caso a través de elementos sociales circunscritos o sobre ellos, con las consiguientes consecuencias en el otro. De esta forma, el sujeto en ocasiones altera su propio rol con resultados positivos o negativos para el otro. Mencionemos al respecto al marido de años atrás (antes de la liberación femenina) que ayudaba a su mujer en tareas domésticas aunque no correspondiera a su rol en ese momento histórico. O en el mismo tipo de rol, el marido que gasta su dinero con una amiga restándoselo a su esposa y a sus hijos.

Asimismo, el sujeto tiene las opciones de accionar frente al rol el otro, sea considerándolo o haciendo caso omiso de él. El hijo obediente y el empleado cumplidor están en el primer caso (respetan o consideran a la autoridad). En el segundo caso están aquellos que hacen lo contrario de los anteriores, y también, el esposo o la esposa que prestan oídos sordos a su contraparte, el muchacho rebelde, etc. Un caso especial es el de aplicar en forma arbitraria las normas que rigen en el ambiente respectivo (educacional, familiar, etc.), con las consiguientes consecuencias en los niños y en la moral del grupo respectivo. La aplicación arbitraria del reglamento no siempre significa interacciones negativas, también conforma igualmente interacciones positivas, toda vez que por ello se logra que el otro resulte beneficiado.

 

PROCEDIMIENTOS SOCIALES COMPLEJOS

En estos casos el sujeto acciona sobre situaciones sociales amplias (que integran aspectos variados de la vida de relación) y que repercuten en el otro en forma igualmente eficiente, aunque no resulten tan directos como los procedimientos sociales parciales. Es así como distintas maniobras llevan a afectar los deberes y derechos de el otro (tanto para bien como para mal). La organización de las actividades dentro del hogar frecuentemente lleva a que algunos resulten beneficiados y otros perjudicados, con las consabidas consecuencias en cuanto a conflictos familiares. En lugares en que se toman decisiones conforme a acuerdos del grupo, la habilidad para manejarse en esas situaciones determinará que algún otro, o varios, resulten con derechos o deberes menguados o hipertrofiados debido a los acuerdos a que se llegue.

 

ACCIÓN SOBRE LA PROPIA PERSONA

En estos casos el sujeto acciona sobre sí mismo y, como consecuencia de ello, afecta al otro. Así, el sujeto desarrolla esfuerzos y sacrificios destinados a hacer bien al otro. Recordemos al respecto el ejemplo del cuento de Maupassant, en que el esposo vendió el reloj para comprarle a su esposa un broche caro para su hermoso cabello, y en que ella, por su parte, se hizo cortar el pelo para poder comprar una cadena de oro para el reloj de su marido (por supuesto ambos ignorantes de la acción simultánea de su pareja). Desgraciadamente, muchos recurren a hacer interacciones negativas a través del maltrato y diversos perjuicios personales, en un procedimiento suicida (técnica del kamikase). En efecto, en la experiencia clínica del autor es frecuente encontrar a malos estudiantes o a niños que no comen (entre muchos otros casos) que están precisamente aplicando el procedimiento de en cuestión sobre su persona, con efectos negativos en sus padres, los que aparecen totalmente descontrolados acusando los golpes de que se trata. Por lo demás, se sabe que una cierta cantidad de suicidios son el producto de ese propósito: cargar de culpas a alguien o a más de alguien.

 

PROCEDIMIENTOS SOBREPUESTOS

Reuniremos aquí una variedad de procedimientos que van en conjunción con alguno o varios de los enumerados anteriormente. Corrientemente se recurre a ellos:

1) Procedimientos ocultos: En estos casos el sujeto desarrolla interacciones ocultas (desconocidas por el otro) de forma tal de lograr maltratarlo o beneficiarlo, utilizando para el efecto los procedimientos antes citados que encuentre más seguros y eficientes respecto de los logros que se propone (se trata de beneficiarlo o maltratarlo sin que el otro llegue a enterarse de quien es el hechor o causante de los hechos en cuestión y de sus consiguientes efectos). Muchas de las "maldades" de los niños siguen este patrón.

2) Utilización de terceras personas: En este caso se utiliza a otros para el cometido de que se trate, ya sea mediante acuerdos con este último, obligándolo mediante acciones de fuerza (chantaje, por ejemplo), mediante pago, etc., etc.. Este tercero, efectúa en consecuencia cualquiera de los procedimientos descritos con anterioridad. Sus resultados obviamente pueden ser, indistintamente, positivos o negativos. Se relaciona directamente con la interacción binaria con intermediario.

3) Acción sobre terceros: Mediante este procedimiento se procede a accionar sobre personas, inclusive grupos, de forma tal que resulta afectado el otro. Esto se logra en tanto haya una relación entre la persona afectada y el otro. Es el caso de un marido que, evitando una pelea frontal con su mujer, maltrata al hijo preferido de ésta. Obtiene de esta forma un maltrato de su pareja sin un problema posterior de dimensiones. También en interacciones negativas, es frecuente referirse al grupo de pertenencia el otro en términos más o menos despectivos, lo que generará una discusión, que al sujeto le resulta menos riesgosa que el ataque directo a el otro (por lo menos en su particular apreciación de las situaciones pertinentes). Otro marido, intentando tranquilizar a su pareja, podrá tener atenciones especiales con la suegra (lo que evidentemente llega a la esposa como un buen trato sobre ella misma). Este procedimiento se relaciona con las interacciones binarias compuestas.

4) Colaboración: A través de la colaboración se logran interacciones positivas o negativas. Es evidente que cuando el otro está enfrentado a una determinada labor y el sujeto colabora con él, éste está desarrollando una interacción positiva. Sin embargo, es posible igualmente colaborar con aquellos que están obstruyendo o haciendo sabotaje respecto a lo que le interesa al otro (interacción negativa, que por lo demás se presta muchísimo para el desarrollo de interacciones negativas ocultas).

5) Obstrucción y sabotaje: Siendo lo contrario de la colaboración, este tipo de acción se traduce también en interacciones negativas o positivas, según sea el objeto de la acción de que se trate. Desde luego, el oponerse a las acciones que el otro realiza es una interacción negativa. Sin embargo, cuando la obstrucción se realiza sobre las tareas o acciones que provocarán maltrato en el otro concretan interacciones positivas (entre el sujeto y el otro). Lo mismo vale incluso en el caso de que las tareas en cuestión no tengan relación con el otro, siempre que el afectado sea alguien que esté enredado en encadenamientos de interacción negativa con el otro (éste podrá tener un cierto agrado de que su enemigo lo esté pasando mal).